Transcripción
Si te estás preguntando “cómo manifestar mis sueños”, si te intriga saber si es cuestión random de suerte o si hay alguna técnica, o si especificamente andás buscando algún método para conseguir todo lo que propongas, este episodio es para vos.
Hoy quiero contarte la historia de cómo un sueño que por momentos me parecía inalcanzable, cambió mi vida por completo y me llevó a descubrir el poder de la manifestación.
Pero antes de continuar, me gustaría aclarar algo: aunque hoy hablemos mucho sobre la manifestación, en 1997 la manifestación no era un tema común.
Por lo menos no para mí, no en los 90.
Que fue una manifestación me di cuenta años después, cuando fui entendiendo más y más el concepto.
Pero una vez que me di cuenta, amiga… ahí entendí que cuando realmente queremos algo, manifestando no nos para nadie.
Tomará su tiempo, pero lo que es llegar, llega.
O eso o algo mejor. Es inevitable.
Lo que quiero compartir con vos no es magia, sino el poder de combinar deseo, acción inspirada y fé.
Con mucho trabajo de creencias y de identidad, porque sin eso no vamos ni a la esquina.
Primero, qué es la manifestación, por si no estás tan familiarizada con el tema, es la práctica de atraer a tu vida lo que deseas profundamente.
Pero ojo, que no es solo pensar positivo y ya está, hay que alinear tu energía y tus acciones con tus sueños.
Hoy te voy a contar mi primera gran manifestación – que fue un pedazo de manifestación, al punto que cuando se cumplió dije Universo, ya estoy hecha.
Ya con esto si me muero mañana me voy feliz y realizada, porque fue un pedazo de sueño cumplido.
Y todavía lo pienso, y mira que manifesté y sigo manifestando experiencias divinas, pero ya todo es la cereza de la torta, porque esta primera manifestación que te voy a contar, para mí fue épica.
Para mí, en mi pequeña vida, obvio para otras podría ser una “nadita”, una anécdota, pero en mi vida fue un antes y después.
Mi logro más grande.
Te cuento.
Yo tenía 24 años, estaba terminando de cursar la facultad, tenía un novio con el que pensaba que me iba a casar y, aparentemente, mi vida estaba encaminada.
Pero viajé a Europa, por primera vez en mi vida, primero llegué sola Buenos Aires-Madrid, de ahí a Londres, a perfeccionar el English un par de semanas, y después viajecito mochilero con mi hermana y una amiga.
Lo que yo no me esperaba, y jamás me imaginé que me iba a pasar, fue que apenas el avión aterrizó en Madrid, algo en mí se despertó. Fue un sentimiento muy intenso.
Es más, lo recuerdo y me emociono ahora. Fue un “este es mi lugar, esta es mi casa” muy muy muy intenso.
Y vos estarás pensando pero Lola, tu casa estaba en Buenos Aires. Más específicamente, en Carapachay, partido de Vicente Lopez, de ahi sos nena.
Y sí, yo nací ahí, pero ¿viste que tenemos 2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos?
Bueno, mis 8 bisabuelos, los 8 completitos, sin excepción, todos eran españoles, nacidos en España y de generaciones de toda la vida de España.
Sin excepción, mira que después me hice el test de ADN de ancestros y lo pude confirmar.
Bueno, mi ADN amiga, se me sacudió al aterrizar y yo sentí pero de una forma inequívoca y muy intensa que yo estaba en casa.
Que mi lugar era Europa.
La tierra de mis raíces, lo sentí así muy fuerte, te lo juro.
Entonces sentí un deseo muy pero muy intenso de vivir en Europa. Sentí como que, sin duda alguna, ese era mi lugar.
No sabía cómo, pero algo dentro de mí dijo: ‘Yo voy a vivir acá’.
Ahora bien, yo siendo yo, no me quedé en Europa de una a ver qué onda cómo me las arreglaba.
Yo quería vivir en Europa, pero con un buen sueldo y trabajando en mi profesión.
Y era un sueño considerable porque yo, mucho bisabuelos españoles, pero esos eran los bisabuelos.
Abuelos, solo 1, y mujer, había nacido en España, los otros 3 ya habían nacido en Argentina.
Y por esa abuela sacó la nacionalidad mi padre y por mi padre, mi hermana, pero yo, la pobrecita, ya tenía 21 años cuando ellos hicieron los papeles, entonces yo no tenía nacionalidad española, no tenía pasaporte europeo, solo el argentino, y sabía que para que me dieran trabajo haciéndome los papeles yo tenía que ser una candidata muy top.
Entonces tranqui volví a casa después del viaje, con un plan:
1) cortar con mi novio
2) terminar la Universidad,
3) hacer un master en administración, un MBA.
Me iba a tomar su tiempo, pero yo lo deseaba tanto que me obsesioné con este sueño.
Para serte sincera, lo de mis raíces, lo de yo aquí pertenezco y todo eso, sí, muy fuerte, muy emotivo, pero obvio había otras razones también para yo querer vivir en Europa.
A mí me encanta viajar, yo vivo para viajar, yo sabía que viviendo en Europa viajar es mucho más fácil que viviendo en Buenos Aires que está geográficamente hablando en el culo del mundo y las distancias son de miles de kilómetros vayas para donde vayas.
Yo estaba obsesionada y me la pasaba soñando despierta con los viajes que iba a hacer.
Ya durante el propio viaje mochilero que hice, yo iba pensando en cómo iba a volver cuando ya jugara de local.
Pensaba “acá voy a volver sin cargar mochila, acá voy a volver con mi mini bolsito de fin de semana” y “acá” era Londres, París, Barcelona, etc.
Por ejemplo, específicamente, paseando por Brujas, me acuerdo de haber pensado/fantaseado/visualizado/soñado despierta, llamalo como quieras: ‘Yo acá voy a volver con mi futuro novio o marido, de finde romántico”.
Brujas, amiga, está a nada de dónde vivo ahora, fijate las vueltas de la vida, se me pone la piel de gallina recordarlo ahora.
Esas visualizaciones se volvieron mi motor para avanzar paso a paso hasta conseguirlo.
Y mirá que el camino fue largo.
Muy largo.
Ya al llegar a casa activé plan.
¿Te acordas que dije Punto número 1, cortar con mi novio? Al final eso fue lo más fácil. Al aterrizar en Buenos Aires me cortó él, me ahorró el disgusto. Y yo pensé, qué bien, primer punto, check, cumplido, se me está dando todo muy fácil.
Pero no.
¿Te acordás que te dije que Punto número 2 era terminar la Universidad y yo estaba terminando de cursar?
Bueno, cursar es una cosa, rendir los finales es otra muy diferente.
Terminar de cursar me costó un huevo, pero dar los finales no tiene nombre lo que me costó.
Fue una cuesta arriba brutal, nada de lo que hice de ahí en más en la vida te juro me costó tanto como dar esos p*tos finales por favor, pero bueno, al final se consiguió y me recibí.
Una carrera de 6 años la terminé en 8, pero terminar, la terminé.
Ahora… ¿te acordas del Punto número 3? ¿que para convertirme en una candidata top para buenos trabajos yo necesitaba un master en administración MBA?
Bueno, amiga, no me preguntes por qué, pero yo estaba convencida, de que la única forma de estudiar un MBA era en Estados Unidos.
De donde saqué yo eso, no lo sé. Era una creencia. Era lo único que yo sabía. Yo pensaba que así era la vida, que así era el mundo, que los MBA se estudiaban en USA.
Entonces apliqué a una universidad de Estados Unidos, más concretamente a la Universidad de Georgia en Atlanta, y me dejaron en lista de espera.
No te puedo explicar mi desesperación. Estaba devastada. Era mi única opción, bueno, la única opción que yo veía en ese momento.
Y si te estas preguntando: ¿Lola pero vos sos boluda, por que aplicaste a una sola Universidad? Y sí un poco boluda estuve no te lo voy a negar lo que pasa es que el proceso de aplicar a un MBA es super intenso, y yo enfoqué, me jugué todas las fichas a esa única universidad, entonces claro, me dejan en lista de espera y se me trunca mi única chance.
Lo que hice de desesperada da para otra charla porque no te lo quiero alargar, pero hice locuras: renuncie a mi trabajo, me fui a Brasil, bueno te lo cuento otro día.
El tema es que finalmente me aceptaron. Pero mis padres no me prestaron el dinero. Porque estamos hablando de una suma muy considerable. Por un lado está el costo académico, lo que se llama Tuition, pero también hay que vivir, alojarse en el campus, comer, los libros. Y son 2 años. Es mucha plata.
Entonces bueno, yo ya como que había cerrado capítulo cuando me pusieron en lista de espera, entonces el no poder vender el “proyecto de inversión” a mis papás como que me frustró, me dio bronca, pero bueno, los entendí, y terminé de cerrar el capítulo completamente.
Llegó enero del 2000, viste, nueva década, nuevo siglo, nuevo milenio, yo “a otra cosa mariposa” y bueno, un sueño que había empezado en el 97, a mis 24 años, como que lo di por olvidado en enero del 2000, a los 27.
Así es la vida, pensé.
Y como era enero del 2000 había mucho startup de internet y yo empecé a trabajar con unos chicos, en Martinez, muy como en las películas, viste, muy onda empresa tech en un garage, y me entretuve con eso.
Ya para mediados del 2000 la burbuja de internet se estaba pinchando mal, y estos muchachos no consiguieron la segunda ronda de inversores, se les acabó la plata y se les truncó el sueño a ellos.
A mí la verdad me daba un poco igual pero disparó algo que para mi propio sueño fue brutal.
Un cambio de paradigma, un sacudida de creencias, un abrir los ojos a una realidad que ni me imaginaba, algo que me no solamente me reavivó el sueño sino que me lo cumplió inmediatamente.
Con el equipo de colegas nos quedábamos todos sin trabajo, entonces empezamos a hablar de lo que íbamos a hacer, de los planes que cada uno tenía ahora que se nos venía un tiempo sabático.
Y yo dije que yo quería vivir en Europa y había planeado estudiar mi MBA que qué pena que no me daba el presupuesto porque me habían aceptado en la Universidad de Georgia, y un chico, el contador, me acuerdo me dijo, pero…. ¿si querés vivir en Europa, por qué aplicaste a una Universidad en Estados Unidos? Y yo… porque es un MBA, y los MBA son de USA ¿no…?
¡No! Empezaron todos. “Yo estudié en Alcalá de Henares” dijo uno. “Mi novia en la London Business School” dijo otro. “Mi primo en el INSEAD” y así todos.
Y yo “WHAT THE FUCK”.
Fue como viste los caballos con esas anteojeras que solo pueden mirar al frente y se pierden todo lo que está pasando alrededor, bueno, fue como que se me cayeran las anteojeras y yo pudiera ver el mundo en su amplitud por primera vez.
Fue los chicos decir eso y yo en 10 minutos estaba, no te digo googleando porque en ese entonces no buscábamos en google, en 10 minutos y yo había encontrado en yahoo.com un MBA en un instituto en Amberes, Bélgica que duraba 1 año y que tenía un precio que nada que ver con lo otro. Ese mismo día les hice un plan a mis papás y como hablábamos de un presupuesto muchísimo menor, entre mis ahorritos y su ayuda se pudo pagar.
Al toque yo ya tenía mi visa de estudiante, en octubre del año 2000 aterricé en Bruselas y el resto, amiga, es historia.
Vos fijate como un sueño que ya había abandonado después 3 años de remarla, fue derrumbar 1 creencia en 1 segundo, y listo, sueño inmediatamente cumplido.
Y cumplido, cómo, porque todo lo que pasó, conseguir trabajo, mudarme a un departamentito divino, un ático en una casona antigua, conocer a mi marido, tener un grupo de amigos super internacional, hacer viajes preciosos, finalmente disfrutar de mi juventud pero por todo lo alto, fue mucho pero mucho mejor que esas visualizaciones y lo que imaginaba soñando despierta todos aquellos años.
Cuando se dio te aseguro que fue muchísimo mejor que lo que me había imaginado.
El tiempo pasó, y se empezó a hablar de la ley de atracción y la manifestación. Yo consumía mucho contenido de Oprah WInfrey, miraba su talkshow, me compraba su revista cada mes, estoy hablando de 2006, 2008, en inglés ya se hablaba de “manifestation”, y yo entonces ya supe que lo que me había pasado viniéndome a vivir a Europa había sido una manifestación de manual.
En castellano pasaron muchísimos más años hasta que se empezó a usar la palabra “manifestación”, de hecho cuando yo escribí mi libro Los Tres Fabupoderes de Paula lo describí como una mezcla de novela cuento de hadas con manual práctico para cumplir sueños, porque no se usaba la palabra manifestación.
Hoy te puedo decir que Los Tres Fabupoderes de Paula es una mezcla de novela cuento de hadas con manual práctico de manifestación.
Y hoy te puedo decir que el día que yo supe que la manifestación funciona fue cuando até cabos y me puse a hacer una especie de ingeniería inversa de cómo se cumplió mi sueño de vivir en Europa y cómo todos los elementos de una manifestación estuvieron presentes.
Empezando por una Visión: yo tuve muy claro y con mucha emocionalidad, que esto es super importante, lo que quería manifestar.
Porque muchas veces decimos “ah me gustaría ponerme un restaurante” pero en realidad no es lo que queremos, por ejemplo a mí me gusta comer bien, pero ponerme un restaurante es una linda fantasía pero no lo siento con esa pasión abrasadora que me consume.
Y lo que veo es que muchas chicas piensan que quieren algo (un negocio online típicamente) pero es porque el entorno les está diciendo “ganas dinero durmiendo” pero no es un deseo intenso a nivel cuerpo, mente y alma, ¿me explico?
Si no te emociona al punto de conmoverte, entonces planteate por qué o mejor dicho para qué querés que pensás que querés, hasta que des en la tecla con una visión que sientas profundamente en las tripas que eso es lo que no te aguantás las ganas de manifestarlo. Esto es super importante.
Otro elemento que estuvo muy presente fue la Visualización. Yo vivía en un universo paralelo continuamente, tenía mi día a día muy gris de trabajo y estudio en Buenos Aires pero en mi cabeza yo me veía viviendo en Europa.
Yo de chica fui mucho de soñar despierta, esta es una característica en mí, y estoy muy contenta de haberla cultivado toda mi vida y yo sigo mucho pensando, imaginando, fantaseando, con lo que quiero manifestar.
Y la visualización es un elemento muy importante que está presente en todos los métodos de manifestación y fue clave para mí.
Obviamente somos humanas y en mi caso y en el de muchas también hay momentos de frustración, de ansiedad, de miedos, de pensar “pucha, esto es demasiado difícil”, o “qué lo tiró, esto no es para mí, no se me va a dar” y ahí lo importante es la fé.
Es por esto que manifestar no es lo mismo que ponerte una meta y hacer un plan.
Manifestar tiene un componente espiritual.
Por eso los 3 fabupoderes: Diva, Reina y Diosa. Es poner el cuerpo como Diva, la cabeza y el plan / estrategia / disciplina etc. como Reina, pero también hay que poner el alma como Diosa.
Es la fé de creerte que vos estás co-creando con el Universo, Dios o como lo quieras llamar y saber que no estás sola, que hay energías que pueden conspirar a tu favor mientras vos te mantengas vibrando alto, en una vibración alineada con tu manifestación.
Por eso hay que estar muy atentas a los pensamientos de escasez y de miedo, y yo tengo un mantra que desde que lo aprendí lo repito continuamente cuando me entran las dudas y la ansiedad: Confío, Suelto y Avanzo.
Confío que sí, que es posible para mí.
Suelto todo apego y desesperación por el resultado, suelto todas esas emociones de “si no lo consigo me muero”.
No, no, no.
Si lo consigo, cuando lo consiga, será la cereza en la torta, mi vida ya es fabulosa tal cual es, esto es super importante, ese desapego, cuando venga será genial y mientras tanto suelto la angustia.
Y Avanzo, siempre, dando el próximo mini-paso desde donde estoy hoy, con lo que tengo hoy, con lo que sé hoy.
Y yo no sabía esto en ese entonces, por eso tuve muchísimos momentos de energía muy baja por sentirme muy frustrada, muy desilusionada, y por haberme dejado caer en la ansiedad y la desesperación muchas veces.
Creo que de haberlo sabido, habría podido manifestar antes y no me habría tomado tantos años.
Confío, suelto y avanzo. Alto mantra. Si te llevas una sola cosa de este episodio, que sea el Confío, suelto y avanzo. Esto solo ya te puede cambiar la vida.
Otro elemento que estuvo muy pero muy presente en mi manifestación fue la Identidad. Yo esto afortunadamente lo tenía muy bien puesto. Dicen que el Universo no te da lo que querés, te da lo que sos. Es muy importante tu autoconcepto, lo que vos te creés, pero en serio, a nivel celular, quien sos, y que sos merecedora de tu manifestación.
Yo siempre me creí mil, en esta manifestación que te estoy contando, no en todo caso, ojo, porque es algo que obviamente tengo que trabajar, pero a la hora de creerme merecedora de un trabajo del nivel de sueldo que yo quería, un trabajo de mi profesión, yo me la creía completamente.
Con convicción absoluta. Yo me creía una candidata muy top para ese tipo de trabajo, con la experiencia, los estudios y las aptitudes y habilidades que traía, entonces yo me enfrentaba a una búsqueda con un autoconcepto que estaba completamente alineado con mi manifestación.
Y esto es clave, amiga.
Si vos no manifestaste todavía algo que en el alma deseás, es porque todavía no te creés ser aquella mujer que es capaz de conseguirlo, gestionarlo y conservarlo.
Esto es super importante: tu evolución, tu crecimiento hasta convertirte en esa mujer que lo tiene. Atenti a esto. Identidad, componente clave.
Otro elemento super recontra clave: Creencias. Si la identidad es lo que te creés con respecto a vos misma, las creencias son lo que vos te creés con respecto al mundo, a cómo funcionan las cosas, a lo que es posible y no es posible.
En el caso de mi primera gran manifestación, podes ver que yo tenía la creencia de que “los MBA se estudian en Estados Unidos” y cómo fue que derribar esa creencia me llevó a manifestar automáticamente.
Otro tema: tomar acción. No es solo tablero de visión, afirmaciones y visualizaciones.
Hay que tomar acción en el plano material, en la vida real, amiga.
Lo interesante y lo compruebo una y otra vez es que “la claridad llega con la acción”.
Cuando dicen “no tenés que ver toda la escalera, solamente el próximo escalón”, esto es super cierto: dar el próximo paso te va a ir aportando claridad sobre los pasos siguientes.
Así que una y otra vez el mantra: “Confío, suelto y avanzo”, siempre para adelante con el mini-paso que puedas dar hoy, desde donde estás hoy, con lo que tenés hoy, con lo que sabés hoy.
Y después está lo que se llama “Acción inspirada”. Esa acción que tomás cuando sentís como un motor en el culo que te dice “esto, quiero hacer esto, se me acaba de ocurrir y siento que lo tengo que hacer YA”.
En mi caso fue que dijeran “para vivir en Europa hay que estudiar en Europa” y yo no dije “ah, mirá vos, qué interesante, lo voy a pensar”. Yo sentí que YA tenía que ir inmediatamente a buscar y les dije “voy ya a buscar” y me senté frente al Yahoo de una, porque sentí que tenía que tomar esa acción YA.
Eso es acción inspirada y está muy presente en la manifestación.
Y finalmente un elemento clave es “Subir la vibra”. A mí eso me faltó como te comentaba porque me dejé en muchos momentos llevar por la ansiedad, la desesperación, la tristeza, el enojo porque no se me estaba dando y tenía tantas trabas.
Pero hay algo más.
Y acá está el fabupoder de Diva. Yo en ese entonces no disfruté de la vida que tenía.
Fueron casi 4 años, y entre los 24 y los 28, esos 4 años son un montón-
4 años de no vivir el presente, de estar todo el tiempo en mi cabeza obsesionada con mi sueño.
Si yo lo hubiera sabido, que el disfrute, la apreciación, el agradecimiento, el autocuidado, los pequeños placeres del día a día, el estar bien en mi vida diaria, si yo hubiera sabido que todo eso me mantenía alta la vibra, estoy convencida de que mi manifestación habría llegado antes.
Y si no llegaba antes, porque todo llega en el momento que tiene que llegar, dicen que son “los tiempos de universo”, por lo menos yo hoy podría mirar atrás y sentir que esos 4 años fueron años bien vividos.
Y no es el caso, yo hoy los recuerdo como “años perdidos” y la vida es demasiado valiosa para sentir que tuvimos “años perdidos”.
Es lo único que yo haría diferente.
Pero no te creas que tampoco me lamento mucho porque al final todo salió impecable, solo que fue una lección aprendida y de eso se trata la vida, de aprender lecciones y esta lección aprendida me convirtió en una mejor manifestadora.
Así que amiga, vamos ya cerrando, hoy te conté cual fue mi primera gran épica manifestación y cómo me di cuenta de que había sido una manifestación, y de que la manifestación funciona.
Si vos tenés un sueño, muy muy intenso que te emociona hasta las tripas, o si no lo tenés claro todavía porque no sabés exactamente qué es lo que querés pero te intriga la manifestación y querés probar, en cualquier caso que tengas ganas de experimentar la manifestación yo tengo exactamente lo que estás necesitando,
Se llama 3MM 3 Meses de Manifestación, es un método paso a paso que te va guiando primero con ejercicios de claridad sobre tu visión, creencias, identidad y luego es un planner, un planificador, con breves ejercicios diarios que te mantienen alineada con tu manifestación tomando acción paso a paso, dia tras día, y te garantizo que cuando terminás los 3 meses es increíble cómo reconoces que fuiste cambiando en tu forma de pensar, de vivir tu vida y cómo todas esas acciones constantes te llevan a conseguir mucho más de lo que te podés imaginar ahora.
Aquí debajo te dejo los enlaces, podés descargarlo gratuitamente en PDF para imprimir, pero si te querés ahorrar el papel y la tinta es mucho más conveniente pedirlo por Amazon ya impreso como un librito.
3MM 3 Meses de Manifestación.
Además no vas a estar sola porque tenemos un grupito donde nos acompañamos y nos apoyamos, porque ¡el éxito de una, es el éxito de todas!.
Gracias por haberte quedado escuchando hasta el final, la seguimos en el próximo episodio o por Instagram en @fabupoderosas.
¡Y acordate: si sos capaz de soñarlo, sos capaz de manifestarlo!
Besito y hasta la próxima, amiga.
