Qué bien se siente lo de ponerte los objetivos anuales, ese entusiasmo de prometerte a ti misma “¡este año voy a facturar 20000 EUR! ¡Este es el año, lo conseguiré, yessssss!»
Y después ¿qué pasa? Nada pasa.
Porque para alcanzar tus objetivos anuales necesitas accionar.
Necesitas elegir una idea y no dejarla en tu cabeza o en el papel, no señora: las ideas en la cabeza o en el papel no hacen crecer tu negocio.
Una idea para que funcione primero hay que implementarla.
¿Quieres aumentar tu facturación? Entonces ¿cuál idea quieres probar para aumentar tu facturación?
Supongamos que crear un nuevo producto o un nuevo paquete de servicios.
Bien. Implementando esa idea podrás ver si funciona o no.
- Si la idea promete se repite y se mejora, eso se llama Iterar.
- Si la idea no va, se prueba algo diferente, eso se llama Pivotar.
Así que pase lo que pase implementando tu idea siempre vas a salir ganando.
Pero… tarde o temprano llega el bajón.
Porque tener la ideas en la cabeza está bueno, pero cuando se trata de convertir la idea en un proyecto, arremangarse y ponerse a trabajar, ahí nos pinchamos porque no siempre encontramos el tiempo y las ganas
Típicamente nuestro proyecto no es lo único que hacemos: tenemos una casa, una familia, un emprendimiento andando y algunas de nosotras además tenemos un trabajo de oficina, y todas esas obligaciones cotidianas nos consumen tiempo y energía.
Y la pregunta que siempre me hacen es “Lola, ¿de dónde sacás el tiempo y la ganas para hacer tanto”?
Hoy te explico paso a paso, así que toma nota:
Clave número 1: NO hago TANTO como puede parecer.
Hago poco, pero bien escogido. Y no lo hago todo de una vez, lo voy partiendo en sub-proyectos que pueda terminar en un mes.
Y lo más importante: me pongo un entregable claro. Si mi proyecto es crear un nuevo producto, este mes, ¿cuál es el entregable? ¿El producto como prototipo? ¿O el producto ya puesto a la venta? ¿Cuántas unidades? ¿Incluidos los posteos en redes sociales para anunciarlo?
Es importante que el entregable del mes sea algo concreto, algo que se vea, algo que puedas mostrar. Que si yo te pregunto “¿completaste tu proyecto?“ tengas algo concreto para mostrar algo cuando me digas “sí, aquí está”.
Clave número 2: Me organizo en fases
Si yo te digo que me organizo con las fases de la luna puedes pensar que es algo místico o esotérico pero los proyectos tienen fases, te lo digo yo que trabajo como líder de proyectos en una empresa.
No tiene nada de místico tener una fase de definición, una fase de planeamiento, una fase de ejecución, una fase de evaluación y si te agrego una fase de descanso antes de volver a empezar.
Cuando se trata de dividir un mes en partes iguales para definir las fases de tu proyecto mensual, no hay nada más práctico que el calendario lunar, porque la luna va cambiando y ese es tu recordatorio práctico para ir cambiando de fases en la ejecución de tu proyecto.
Además de que organizar tu proyecto en fases tiene sentido desde el punto de vista del proyecto en sí, porque las fases tienen un orden, también te ayuda en tu propio bienestar porque con las fases van cambiando tus actividades y eso le da equilibrio y variedad a lo que haces cada día.
Clave número 3: Cada día tengo claras mis prioridades
Cuando estás ajustada de tiempo lo peor que te puede pasar es levantarte por la mañana y no saber por dónde empezar.
En cambio cuando te levantas por la mañana y te encuentras con una tarea prioritaria, ¡listo! empiezas por ahí sin ninguna duda.
Y al organizarme de manera cíclica por fases, los primeros días del ciclo mi tarea prioritaria es definir qué voy a hacer este mes y describir el entregable en detalle.
La siguiente fase mi tarea prioritaria es armar mi plan de acción.
Cuando llega al día de arrancar la acción, ya tengo ganas de arrancar, porque ya tengo lo que tengo que hacer, entonces es un placer completar las tareas.
Y así me voy poniendo desde mi plan las tareas prioritarias del día siguiente, y con cada fase voy ejecutando, voy apreciando los resultados, los voy celebrando, voy dando los últimos toques.
Y cuando ya me empiezo a cansar, vienen los días de reflexión y descanso, así me aseguro de no quemarme porque no es sano ni productivo estar en modo acción todo el tiempo.
Clave número 4: Lo hago en compañía
Ser parte de un grupo de emprendedoras donde puedes hacer preguntas y pedir opinión siempre te ayuda porque te da otros puntos de vista y te permite aprender de sus experiencias.
¿Pero sabías que hay otra ventaja de ser parte de un grupo de emprendedoras? ¿Sabías que hacer tus proyectos en grupo multiplica tus probabilidades de completarlos?
Un estudio de la Association for Talent Development dice que:
- Elegir tu idea te da 10% de probabilidades de implementarla
- Decidir a conciencia que la vas a implementar: 25%
- Ponerte una fecha para implementar: 40%
- Hacer un plan de proyecto 50%
- Comprometerte delante de alguien que vas a completar tu proyecto: 65% de chances de cumplirlo
- Dar reportes de status delante de aquellas personas con las que te comprometiste: 95% de probabilidades de completar!
Y es cierto, a mí me ayuda un montón y te recomiendo que lo pruebes.
Es el concepto de Accountability o de rendir cuentas, suena antipático pero realmente funciona y está probado.
Así que si tienes varias ideas acumuladas pero piensas que no es el momento de implementar porque te falta tiempo y andas baja de energía, y estás considerando seguir pateádolo para más adelante… ¡animate con la próxima luna nueva!
Porque el tiempo se hace si aprendes a organizarte, y las ganas vienen si vas empezando de a poquito y si te acompañas de otras emprendedoras que están pasando por lo mismo.
Aprovecha que estamos en diciembre y son días de cerrar el año y planificar el 2022, y seguramente te vas a poner una serie de proyectos o iniciativas que quieres implementar el año que viene.
Y vas tener como el angelito en un hombro que te dice “qué linda idea, voy a lanzar un nuevo producto, a mis clientas les va a encantar” y el diablito en el otro hombro que te dice “pero seamos realistas… ¿con qué tiempo y con qué ganas vas a hacerlo?”
Entonces para callar ese diablito bocón el antídoto a esa negatividad es Misión Cumplida.
Un par de veces al año abro un programa que se llama Misión Cumplida para que traigas tu proyecto y día por día en 10 minutos te digo lo que tienes que hacer según la fase de la luna y así aprendes mi método para organizarte por fases y además lo pones en práctica desde el día 1 y lo aplicas a tu propio emprendimiento.
Y lo haremos en grupo para apoyarnos unas a otras y así multiplicar las chances de completar tu proyecto.
Lo mejor es que tiene un precio super amigable, en fabuportal.com/mision-cumplida te enterarás de todos los detalles. El programa Misión Cumplida, empieza con la luna nueva del 2 de enero así que imagínate que manera mas power de arrancar el año.
¿Nos vemos en el programa?