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3 Lecciones Aprendidas Emprendiendo

Tres Lecciones Aprendidas Emprendiendo

Te cuento algo que llevo aprendido en mis años de Emprendedora Ocupadísima.

Emprender es una aventura fabulosa, es un viaje de autoconocimiento, es un aprendizaje continuo… estoy convencida y lo sigo sosteniendo.

También es una montaña rusa de emociones y no es para cualquiera.

Pero a la vez, yo le recomendaría a todas las mujeres del mundo que emprendieran porque es la contribución más pura que podés hacer al mundo, decir “yo tengo este producto, o este servicio, que mejora la vida de las personas”. De algunas personas, por supuesto. De la persona justa que necesita lo que tienes para ofrecer y que lo entiende, que le llega el mensaje.

Si estás mirando esto es porque ya arrancaste un emprendimiento o lo estás considerando y querés ofrecer al mundo tus productos o servicios pero a veces te preguntás ¿será que va a funcionar? ¿será que yo sirvo para esto? ¿será que abandono o sigo adelante? 

No tengo las respuestas para eso amiga, pero sí tengo 3 lecciones que aprendí como mamá que trabaja en una empresa y además emprende: 

Lección Número 1: Tu energía primero

Esto es básico, es esencial, es fundamental y sin embargo nos cuesta tanto. Y lo menciono primero porque es un recordatorio para mí también.

Cuida tu energía. Protege tu energía. Aprovecha tu energía para organizarte.

Y cuando hablo de “tu energía” no es tan esotérico o místico como puede parecer. 

Por un lado hablo de tu vitalidad, de tu entusiasmo, de tener las pilas cargadas.

Pero también hablo de la vibración energética: de estar en vibración alta, con emociones positivas, en un estado sereno y sensato, algo así como “alerta pero no estresada”.

Dale prioridad a hacer lo que tengas que hacer para mantener una vibración energética alta. 

Hace pausas a lo largo del día para descansar. 

Agendate actividades que te hagan sentir Diva, Reina y Diosa.

Rodeate de objetos y personas que te hagan sentir Diva, Reina y Diosa. Escuchá canciones y visitá lugares (o rincones de tu barrio o rincones de tu casa) que te hagan sentir de la manera que querés sentirte.

Y organizá tu día alrededor de eso: alrededor de tu energía.

Porque la necesitas para estar bien vos, porque estando bien vos todo, pero absolutamente todo, lo que hagas por tu emprendimiento sale mejor – subir tu energía a propósito antes de salir en vivo por Instagram o responder emails o tener reuniones te hace mostrarte con tu mejor cara y transmitir lo mejor de vos.

Y no es solamente para tu emprendimiento: también para los tuyos en casa, mantener constante una linda energía para estar presente con los hijos y el marido porque de qué nos sirve un emprendimiento exitoso para despues darte cuenta de que por meses o por años te perdiste de estar y compartir con los tuyos?

Y para combatir el agobio y el estrés que es muy natural que lo tengamos las emprendedoras y especialmente las emprendedoras ocupadísimas tipo mamá que trabaja en una empresa y además emprende, para eso tenemos la segunda lección: 

Lección Número 2 Los Elefantes se Comen a Mordisquitos

Esto se lo escuché por primera vez a un colega de uno de mis primeros trabajos allá lejos y hace tiempo y es muy cierto.

Tan cierto que me encuentro recordándolo a mí misma muy seguido cada vez que me siento abrumada porque tengo ideas enormes que pienso “guau, cuánto trabajo, por dónde empiezo”.

Intentar hacerlo todo junto, de golpe, al mismo tiempo, como si todo tuviera la misma prioridad, es la receta para sentirte agobiada.

Cuando tengas un gran proyecto que te abruma por su complejidad, una técnica que te puede ayudar es hacer un Mapa Mental. Con lápiz y papel vas sacando flechas y divides en partes.

Por ejemplo si quieres crear tu website y te estresas de sólo pensarlo, empezá a sacar flechas: por un lado la parte técnica, ¿en qué plataforma lo vas a alojar? Por otro lado la parte de diseño: ¿cómo se va a ver, con qué estilo? Por otro lado el contenido ¿qué páginas va a tener? Y así vas sacando flechas partiendo cada tema en subtemas para que cada porción se vuelva más manejable, esto es partir el elefante en pedacitos para comértelo a mordisquitos.

Lección Número 3: Si es un hobby asúmelo, pero si es un negocio tiene que dar ganancia.

Esto suena bastante antipático pero es algo que yo me recuerdo a mí misma todo el tiempo. Y mi marido también me lo recuerda.

No soy la única, tengo amigas que AMAN hacer algo como cocinar, escribir, bloguear, hacer manualidades, sacar fotos, lo que sea, yo organizar eventos, viajes grupales, dar charlas, es una pasión que una siente.

Y claro, la idea de monetizar un pasión suena espectacular, tipo sueño hecho realidad, hago lo que amo y encima me pagan, ¡es lo que todas queremos!

Y ahí vamos y todas entusiasmadas nos creamos un website, y una cuenta de Instagram, y pasan meses y la plata no entra.

Y sale, porque cursito por aquí, mentoría por allá, diseñadora, alojamiento del website, y otras yerbas, nos damos cuenta de que nuestro emprendimiento es un hobbie y un hobbie caro.

PERO lo importante es darnos cuenta, ¡ojo! No te digo que esté mal. Lo importante es asumirlo. Y preguntarte ¿sigo así para siempre?  ¿O qué puedo hacer para ganar más de lo que gasto? Y ojo que no digo vivir de tu emprendimiento YA, sino empezar por ganar más de lo que gastás, eso sería un buen comienzo.

A ver, no esconder la cabeza como el avestruz ni decir “es que no soy buena para los números”, simplemente tener consciencia de cuánto dinero entra por tu emprendimiento, cuánto dinero gastas por tu emprendimiento, y cuál es la diferencia.

Tu emprendimiento será un rentable cuando entre más dinero del que sale.

Y puede que no suceda de la noche a la mañana, entonces simplemente a asumirlo y a ¡disfrutrarlo amiga!

Estas son las TRES lecciones que aprendí en lo que llevo emprendiendo.

¿Y tú? ¿Cuáles lecciones llevas aprendidas emprendiendo? Cuéntanos en los comentarios.